Colonia Rusa: "My Little Russia"
Allá por los años sesenta, en las afueras de la ciudad de Quilmes (BsAs, Argentina), se amontonó una cantidad considerable de inmigrantes rusos que decidieron quedarse juntitos. Construyeron su propia iglesia, un club social y echaron raíces. Yo vendría a ser un fruto. Esta es la razón por la cual sé ruso. Yo nací en Argentina, pero me crié en La Colonia Rusa.

Si bien la colonia rusa creo que no existe políticamente hablando, he visto cantidad de sobres en donde lo pone. El cartero sí sabía de su existencia. Estaba delimitada más o menos por las calles Triunvirato, Urquiza, Blas Parera, y la que luego se llamó 330, creo. Digo luego, porque, algunos límites no existían ya que había mucho campo. De hecho, las calles de esta zona no fueron pavimentadas hasta el año 1999.
Es bastante raro vivir en un barrio donde cruzando una calle tienes que hablar otro idioma. Algunos lo llamarían guetto, pero a mi, guetto me suena a zona cerrada al exterior, y este barrio, muy por el contrario, recibía con los brazos abiertos a cualquiera que quisiese disfrutar de otra cultura. En las fiestas que había, laicas o religiosas, siempre había algún vecino argentino, o del barrio italiano o del español, que estaban muy cerca. Eso si, cuando pasaba el pescadero ambulante, tenía que gritar "arenque" (селёдка) en ruso para que las viejitas se enterasen. Claro, se enteraban, y se mataban de la risa porque el pescadero en vez de gritar Silióoooodkaaaa! , gritaba (con tono tanguero) Siliooojjjjkaaaa!!!
Hablo de la colonia en pasado, no porque ya no esté, pero su auge ha pasado. Con el tiempo, al no ser un guetto, muchos se fueron, otros vinieron, y las tradiciones se van desvaneciendo poco a poco. Actualmente todavía hay bastantes rusos y descendientes en la colonia, la iglesia sigue funcionando, pero ya no es lo que era, y yo ya no estoy allí, por lo que intento hacerle un pequeño homenaje, transcribir mis memorias y las de otros descendientes de La Colonia Rusa. Obviamente está dedicado a los que todavía están alli, a los que se fueron y a los que ya no están entre nosotros.
Es bastante raro vivir en un barrio donde cruzando una calle tienes que hablar otro idioma. Algunos lo llamarían guetto, pero a mi, guetto me suena a zona cerrada al exterior, y este barrio, muy por el contrario, recibía con los brazos abiertos a cualquiera que quisiese disfrutar de otra cultura. En las fiestas que había, laicas o religiosas, siempre había algún vecino argentino, o del barrio italiano o del español, que estaban muy cerca. Eso si, cuando pasaba el pescadero ambulante, tenía que gritar "arenque" (селёдка) en ruso para que las viejitas se enterasen. Claro, se enteraban, y se mataban de la risa porque el pescadero en vez de gritar Silióoooodkaaaa! , gritaba (con tono tanguero) Siliooojjjjkaaaa!!!
Hablo de la colonia en pasado, no porque ya no esté, pero su auge ha pasado. Con el tiempo, al no ser un guetto, muchos se fueron, otros vinieron, y las tradiciones se van desvaneciendo poco a poco. Actualmente todavía hay bastantes rusos y descendientes en la colonia, la iglesia sigue funcionando, pero ya no es lo que era, y yo ya no estoy allí, por lo que intento hacerle un pequeño homenaje, transcribir mis memorias y las de otros descendientes de La Colonia Rusa. Obviamente está dedicado a los que todavía están alli, a los que se fueron y a los que ya no están entre nosotros.
Comentarios
ya tendremos más capacidades, sólo hay que saber esperar ...